Si hablamos de lubricantes... ¿Agua o aceite?
Pues… ¡depende de lo que tengas en mente! Vale sí, sabemos que tienes ganas de clic, pero nos referimos al tipo de resbalón que estés planeando. Porque por ejemplo, no necesitas el mismo tipo de lubricante si lo que te apetece es una sesión de piscina y orgasmos, que si andas pensando en ver Netflix y terminar alabando a Dios. Así que, vamos por partes.