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Lubricantes y embarazo, qué es seguro y qué no

Es una duda muy frecuente la que nos trasladáis, ¿puedo usar lubricantes durante el embarazo? La respuesta es bastante simple: sí. Pero como detrás de esta duda vienen otras tantas, vamos a con una guía rápida de preguntas y respuestas sobre los lubricantes y el embarazo.

¿Es seguro usar lubricantes si estoy embarazada?

Es totalmente seguro. De hecho es hasta recomendable. Los cambios hormonales del embarazo pueden provocar que algunas mujeres tengan más humedad vaginal de lo habitual, o todo lo contrario. En el segundo caso, si se quiere mantener relaciones sexuales con normalidad, usar lubricantes lo facilitará. Y en el primero, hará disfrutar más. Como el cuello del útero se cierra hasta el momento del parto, no tienes que preocuparte de que el feto pueda recibir lubricante. Las relaciones sexuales durante el embarazo son totalmente seguras para él. Además, está demostrado científicamente que el hecho de que la madre disfrute de una vida sexual placentera durante la gestación, mejora tanto su estado de salud, como el del bebé. ¡No te reprimas!

¿Qué tipo de lubricantes debo usar durante el embarazo?

Lo ideal es usar un lubricante base agua, para evitar riesgos de irritaciones o infecciones al respetar el ph de tu piel y tus mucosas. Lo ideal es que los lubricantes estén formulados con productos orgánicos y se basen en aceites vegetales. Nosotros, los Lubets, cumplimos con todos estos requisitos y te haremos disfrutar un montón.

¿Hay algún lubricante que deba evitar durante el embarazo?

Es mejor no usar lubricantes con aditivos, y también evitar (eso en todo momento, no solo durante el embarazo) lubricantes caseros como la vaselina o el aceite de coco, productos que no han sido diseñados para su uso como lubricante íntimo y pueden causar irritaciones o infecciones.

¿Después del parto puedo recuperar mi vida sexual?

Sí, no hay ningún problema. Y en este caso se vuelve a recomendar el uso de lubricantes íntimos, especialmente durante las primeras semanas. No tenemos que renunciar al placer, solo encontrar el momento ideal para disfrutarlo.