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¿Es normal el fetichismo?

El fetichismo se puso de moda con el fenómeno de 50 sombras de Gray, y desde entonces su popularidad se ha disparado. Pero hay quien se siente culpable por el hecho de que le guste este tipo de prácticas, que consideran fuera de lo ‘normal’. Aunque nosotros creemos precisamente lo contrario.

Nuestra evolución nos ha hecho encontrar nuevas formas de tener sexo, así que todo es natural como la vida misma siempre que las personas implicadas se sientan cómodas haciéndolo. Hay tantas posibilidades como tonos de color existen. Hay quien es fetichista de los pies, de vestirse de cuero, de los disfraces o de tantísimas otras temáticas. Y todos son normales. O no lo es ninguno, porque la normalidad a la hora de los resbalones la marca cada cual.

Fetichismo, más allá del sexo

Tampoco es que el fetichismo tenga que estar relacionado solo con el sexo. Hay quien es fetichista y no llega a tener relaciones, aunque el fetiche suele estar asociado con la excitación. Las fantasías sexuales pueden ser parte de una vida sexual perfectamente saludable para personas o parejas. Todo consiste en comunicarse y contar lo que te gusta, y que la otra persona (si la hubiera) esté de acuerdo con participar en tu fantasía erótica.

Por desgracia, la moral conservadora ha asociado históricamente el fetichismo con la depravación sexual, contribuyendo a criminalizar este tipo de prácticas. Algo que se celebra con orgullo por todo el mundo y que sigue sufriendo discriminación en numerosos lugares como la homosexualidad sufrió la misma persecución, aunque ahora esté mayoritariamente aceptado en las culturas más avanzadas. Bajo las sábanas, cada uno puede expresarse y excitarse como le plazca, y los demás no tienen derecho a juzgar siempre que no se perjudique a otra persona o este fetiche cause angustia o daño físico.

¿Qué es un fetiche?

Lo primero que asociamos con el fetichismo es el cuero, los látigos, los disfraces. Pero no hay que limitarse, un fetiche es la exploración de nuestra sexualidad, expandiendo sus límites. Realmente es la imaginación la que puede acotar las posibilidades del fetichismo, y existen tantos potenciales fetiches como personas hay en el mundo.