Una de las preguntas más frecuentes que nos soléis hacer es la que viene aquí arriba; “¿Cuál es la frecuencia de sexualidad normal según mi edad?” y la siguiente es “¿Estoy en la media de otras parejas?”. Parece lógico compararnos con los demás, pero la única verdad es que no existe una respuesta única a ninguna de esas preguntas.

Todos sabemos que las circunstancias de la actividad sexual dependen de muchos factores. Tener o no pareja, convivir o no con ella, la situación familiar (los padres con niños pequeños entienden lo que queremos decir…), las obligaciones laborales, el tiempo libre, el estrés del día a día… Y, por supuesto, la fogosidad de los distintos miembros de la relación. Puede haber problemas si ocurre lo que se conoce como tener libidos discordantes. Es decir, que uno de los miembros de la relación tiene más apetito sexual que él otro, y ambos consideran que lo suyo es el comportamiento ‘normal’. Es muy frecuente y no significa que la pareja vaya mal, pero es importante hablarlo y llegar a entendimientos para que ambos se sientan cómodos

La frecuencia de sexualidad normal por edad

Existe un condicionante que está ahí, y que afecta; la edad. Aunque hay excepciones de verdaderos campeones del resbalón que ya peinan canas, lo más frecuente es que, con el paso de los años, la frecuencia de las relaciones sexuales se vaya resintiendo.

Según un estudio del Instituto Kinsey (Estados Unidos), cuando tenemos entre 18 y 29 años tenemos un promedio de 112 relaciones anuales (2,2 a la semana), entre 30 y 39 años son 86 veces (1,7 semanales), mientras que cuando se tienen entre 40 y 49 años se quedan en 69 veces al año (1,3 a la semana). Por supuesto, estamos hablando de medias, de un país diferente y esto no significa que estar por encima o por debajo sea algo ‘anormal’.

Hay estudios que señalan que tener una frecuencia sexual alta mejora las relaciones de pareja. Pero lo que es más curioso es que también dicen que los niveles de felicidad aún se incrementan más cuando se descubre que estamos por encima del promedio sexual que nos corresponde por edad o por procedencia.

En todo caso, nosotros siempre recomendamos relacionarse lo que se quiera, disfrutar lo que se necesite o más y siempre intentando elevar el placer a la enésima potencia.